El Pájaro Dodo
El Pájaro Dodo se vio por primera vez alrededor de 1600 en Mauricio, una isla del Océano Índico. Sólo quedan dos cabezas de Pájaro Dodo y dos patas repartidas en varios museos europeos de este pájaro extinguido hacia 1681.
El Pájaro Dodo era un producto evolutivo típico de las islas. Al carecer de un depredador natural (ya que no habían mamíferos en la isla), perdió la necesidad de volar. En consecuencia, sus alas se redujeron y atrofiaron y desarrollaron a cambio unas patas robustas y demasiado grandes para un ave de su tamaño. Con semejante desproporción el Dodo no podía caminar con la más mínima elegancia, mucho menos intentar correr. Estos atributos y su aspecto particular le valieron el apodo de pájaro bobo.
Oso Mexicano
Habitaba la pared suroeste de los Estados Unidos (Arizona, California, Tejas y Nuevo México) y el norte de México.
Dentro de México vivía en zonas de pastizales y zonas montañosas pobladas de pinos. El oso Mexicano era una subespecie del oso pardo (Ursus arctos) de la que no se conocía mucho antes de que se llevara a la extinción, en 1964.
Delfín del Rio Chino
En 1979 China declaró al Baiji en peligro, y en 1983 se decreto que su caza era ilegal. Para 1986 la población total se estimaba es unos 300 individuos, y en 1990 unos 200. Su número siguió decreciendo rápidamente, sobre todo con la construcción de la Represa de las tres Gargantas, que alteró de manera irrecuperable el hábitat de este delfín. En 1998 solo se pudieron encontrar 7 ejemplares, y los científicos especularon con poder salvarlos moviéndolos a un lago cercano para luego llevarlos nuevamente al río cuando sus chances de sobrevivencia fuesen mayores. Pero una expedición que recorrió el río de extremo a extremo en 2006 no pudo hallar ni uno de estos delfines, por lo que se lo declaró oficialmente extinto.
Águila de Haast
La enorme águila de Haast pesaba entre 10 y 15 kg, y por tanto era entre un 30 y un 40 por ciento más pesada que el mayor pájaro de presa existente hoy en día (un águila que vive en América Central y del Sur). Antes de que el Hombre se estableciera en Nueva Zelanda, hace 700 años, la región carecía de mamíferos terrestres. Aparte de los murciélagos, los únicos habitantes eran aproximadamente 250 especies de pájaros. En lo alto de la cadena alimentaria estaba el águila de Haast, que cazaba grandes pájaros herbívoros incapaces de volar (moa), de casi 200 kg. Dos siglos después de la llegada de los humanos, la última águila Haast desapareció.
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